I








El hacedor de palabras juega desnudo en la plaza pública 
Si es necesario hacer el loco predicará sobre un cajón de manzanas 
Paga el precio de soltar amarras y salir al encuentro de sí mismo en el espejo de los otros 
Mensajea con palomas de la historia, con botellas naufragas que lo saquen de la isla 
Alguna vez piloto en otros aires, ahora más a la deriva sin pillar el regalo de Ariadna
Jugando a ser Armstrong, Ellington y Parker, intentando agarrarle el pulso al swing eterno
Trastabillando un texto monstruoso, pero amado y digno en su imperfección 
La alquimia de los versos para combatir la batalla perdida contra del tiempo 
Armado del rapto de Orfeo y correligionario al cálculo 
Síntesis y análisis embadurnado entre Gregoriano y Punk 
Suelten las huestes de vientos huracanados, abran la tierra y rujan los fuegos 
Extenderé mis raíces con el pecho a las balas 
Con los desgarros necesarios, con las incertidumbres y los miedos aquilatados 
En un suspiro recursivo, que vuelve a engendrar la mirada en la luz acrisolada, esa que se dejaba ver entre el follaje de un árbol.


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