Entre el grupo de amigos la “trivia” musical era una mezcla entre deporte y juego de “a ver quien la tiene más grande”. Eran, en última instancia, nerds estudiosos. Coleccionistas que remplazaron insectos y estampillas por casetes, Cd´s y discos de vinilo. El conocimiento y la cultura musical en general les sirvió como un espacio de seguridad durante la adolescencia. En general, fueron niños que no corrían muy rápido ni eran muy hábiles físicamente. Sin embargo, sabían una increíble cantidad de nombres de dinosaurios y más tarde nombres de bandas. En los años en que crecieron, entre los ochentas y los noventas, la cultura juvenil gravitaba, como en otras épocas, en torno a la música. Se pertenecía a clanes o subgrupos. Antes que periodistas devenidos en sociólogos hablaran de tribus urbanas el grupo zoológico musical se componía, más o menos así: thrashers y punks, raperos y new wave, góticos y brit pop, lanas, indies, progesivos, alternativos, rockeros y un largo etc...